QUISPE NINAVILCA EL JEFE GUERRILLERO DE HUAROCHIRI QUE YACE EN EL OLVIDO. LUCHÓ POR LA INDEPENDENCIA EN HUAROCHIRI Y YAUYOS JUNTO JUAN EVALGELISTA VIVAS Y A LAS VALEROSAS GUERRILLAS, SIN EMBARGO, HOY, 200 AÑOS DESPUES, NO EXISTE NI UNA ESTATUA CON SUS NOMBRES.
Por Winston Reyes Ramos, autor del libro "YAUYOS EN LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA" Lima: Peru.2020.
Mucho antes que el Libertador José de San Martín arribara al suelo patrio, los hijos de la preclara tierra de Huarochirí, ya luchaban a favor de la sagrada causa de la libertad, organizándose a través de guerrillas, partidas o montoneras, lideradas por caudillos de su zona. Uno de estos líderes fue Ignacio Quispe Ninavilca Santisteban, quien en 1820, hallándose toda la zona ocupada por el enemigo, armó 70 hombres en Huarochirí con el nombre de ¨Los Valientes¨ y atacó al gobernador de la Provincia Silvestre Prado, poniendo en prisión a sus hombres y tomando un cajón de municiones, a pesar de tener la fuerza enemiga el número de 300 hombres.
Respecto a los hombres que aglutinaba Ninavilca a través de guerrillas, montoneras o partidas, se dice que ¨…estas partidas se formaban para defenderse de los arranques de crueldad de los realistas y para cooperar con las fuerzas del ejército patriota. Es así como las partidas surgen principalmente en aquellos pueblos que habían sido saqueados e incendiados por el enemigo. Se formaban en un acto de rebeldía y movidos por sus sentimientos de amor a la patria¨.
El 8 de enero de 1821, Ninavilca juró la independencia en el pueblo de Espíritu Santo, mucho antes de que lo hiciese don José de San Martín. Enterado que el subdelegado realista de Huarochirí, marchaba a la capital por la zona de Cocachacra, llevando ganado de los pueblos y plata que había extraído de los templos y que se hallaba protegido por dos compañías del Infante Don Carlos, se aproximó por las alturas de Otao y atacó al enemigo. Sorprendidos los españoles, emprendieron la retirada, dejando la plata y cerca de 100 fusiles, los que fueron distribuidos entre las guerrillas.
Posterior a esta acción, Ninavilca prosiguió con la juramentación de la Independencia en Huarochirí, como en San Lorenzo de Quinti el 28 de octubre y el 12 de diciembre del mismo año, en Santiago de Carampona. El constante asedio a la capital, por Ninavilca y sus guerrillas, obligó a los españoles a abandonarla. El 26 de junio de 1821, el general Canterac partió de Lima por el camino de Lurín, mientras que el virrey La Serna lo hizo el 6 de julio, marchando por la costa sur hacia Yauyos, ante esto, se encomendó a la partida de Ninavilca hostilizar a esta última columna, lo que fue cumplido acertadamente, aumentando en sus filas la ¨…espantosa deserción¨.
Ignacio Quispe Ninavilca fue uno de los peruanos en dar ejemplo en el riesgo; con heroísmo y coraje, se enfrentó a los españoles; jamás tuvo temor de dar cara a las fuerzas opresoras. Cierta vez, ante el precio que habían puesto por su captura, respondió al general realista Monet, lo siguiente: “Hago saber a todos los habitantes de Lima y de sus contornos que usando el derecho de represalia contra un tal Monet, quien ha publicado un bando ofreciendo premio de cien pesos, por cada cabecilla y 25 por subalternos; y considerando que los bandidos españoles que viven degollando y matando para conseguir de ese modo les presten auxilios. Ofrezco: por premio de la cabeza de Monet, una gallinita culeca; por la de Ramírez, un capón; por la de Rodil, un perro; por la de García Camba, un pollo mojado; por la de Canterac, un pavo; y por cada soldado español, un huevo de gallina. Firmado: el cacique Ninavilca”
Este líder huarochirano brindó toda su fortuna en pro de la libertad, combatiendo innumerables veces al enemigo. Por su patriotismo y entrega a favor de la emancipación, se hizo acreedor a una medalla de oro, que concedió el Libertador San Martín, el 1 de octubre de 1821. Asimismo, por sus méritos y servicios a favor de la libertad del Perú, el generalísimo le confirió el grado de capitán, el 13 de febrero de 1822 y el 1 de julio del mismo año, el grado de sargento mayor.
El patriotismo y valor fueron las principales características de este prócer, quien muchas veces fue calumniado y combatido por jefes de guerrilla extranjeros. Ninavilca, siempre luchó por los intereses de sus coterráneos y nunca estuvo de acuerdo en mantener mandos foráneos en los destinos de la naciente república, por ello fue atacado.
El líder huarochirano murió en la más ínfima pobreza en el extranjero, siendo necesario realizar una suscripción para costear los gastos de su sepelio, en el cementerio de Guayaquil, lamentablemente, sus restos no han sido hallados. Los méritos del insigne coronel Ignacio Quispe Ninavilca Santisteban, a favor de la Independencia Nacional, son notorios y descollantes. Su figura merece ser tomada en cuenta a nivel regional y nacional, como ejemplo del patriota huarochirano, que consagró su vida y fortuna por la santa causa de la libertad. La historiografía nacional debe abordar como un compromiso ineludible, el estudio integral de estos primeros años de las luchas por la independencia, dando énfasis a los estudios regionales de este período, tanto a nivel de masas como a la acción de los líderes, ya que son escasos los trabajos publicados sobre la materia
